lunes, 19 de julio de 2010

El regalo apropiado

Pensar en que regalar es complicado si se hace por compromiso o por que es sólo una costumbre. También es igual de difícil cuando tienes un fin o interés; quieres urtilizar este recurso para ver si llamas la atención o al menos siembras suspicacia en quien regalas. La verdad el mejor regalo es espontáneo y para ser realmente efectivo, regala algo inspirado en toda la sinceridad, respeto y amor que tienes por esa persona. No necesariamente se debe tratar de un romance. En cualquier situación es importante esa "sinceridad respeto y amor" en diverso grado si, con diverso sentido también, pero con la misma intensidad.
Los detalles sobre el qué, como, etc. dependen de esta medida.


jueves, 8 de julio de 2010

EL REGALO MÁGICO DEL CONEJITO POBRE

Hubo una vez en un lugar una época de muchísima sequía y hambre para los animales. Un conejito muy pobre caminaba triste por el campo cuando se le apareció un mago que le entregó un saco con varias ramitas."Son mágicas, y serán aún más mágicas si sabes usarlas" El conejito se moría de hambre, pero decidió no morder las ramitas pensando en darles buen uso.

Al volver a casa, encontró una ovejita muy viejita y pobre que casi no podía caminar."Dame algo, por favor", le dijo. El conejito no tenía nada salvo las ramitas, pero como eran mágicas se resistía a dárselas. Sin embargó, recordó como sus padres le enseñaron desde pequeño a compartirlo todo, así que sacó una ramita del saco y se la dió a la oveja. Al instante, la rama brilló con mil colores, mostrando su magia. El conejito siguió contrariado y contento a la vez, pensando que había dejado escapar una ramita mágica, pero que la ovejita la necesitaba más que él. Lo mismo le ocurrió con un pato ciego y un gallo cojo, de forma que al llegar a su casa sólo le quedaba una de las ramitas.

Al llegar a casa, contó la historia y su encuentro con el mago a sus papás, que se mostraron muy orgullosos por su comportamiento. Y cuando iba a sacar la ramita, llegó su hermanito pequeño, llorando por el hambre, y también se la dió a él.

En ese momento apareció el mago con gran estruendo, y preguntó al conejito ¿Dónde están las ramitas mágicas que te entregué? ¿qué es lo que has hecho con ellas? El conejito se asustó y comenzó a excusarse, pero el mago le cortó diciendo ¿No te dije que si las usabas bien serían más mágicas?. ¡Pues sal fuera y mira lo que has hecho!

Y el conejito salió temblando de su casa para descubrir que a partir de sus ramitas, ¡¡todos los campos de alrededor se habían convertido en una maravillosa granja llena de agua y comida para todos los animales!!

Y el conejito se sintió muy contento por haber obrado bien, y porque la magia de su generosidad hubiera devuelto la alegría a todos.


Autor.. Pedro Pablo Sacristan

Fuente:http://cuentosparadormir.com